martes, 27 de noviembre de 2007

Esperando


la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos

Julio Cortázar

Fot. W. Eugene Smith, 1950s

lunes, 26 de noviembre de 2007

Landay



Los landay (breve) son composiciones poéticas de dos versos libres, de ritmo marcado, que las mujeres del pueblo pastún cantan cuando están en compañía de otras mujeres realizando las tareas diarias. Dado que todos los matrimonios son forzados, generalmente con hombres mucho mayores que ellas (el pequeño horrible), los landay no se refieren nunca al amor conyugal, sino siempre al amante, con el que frecuentemente se juegan la vida.


Dame la mano, amor mío, y partamos a los campos
para amarnos o caer juntos bajo las cuchilladas.


¡Rápido, amor mío, quiero ofrecerte mi boca!
La muerte ronda la aldea y podría llevárseme.


¡Oh primavera! Los granados están en flor.
De mi jardín guardaré para mi amado las granadas de mis senos.


Tómame primero entre tus brazos y estréchame.
Sólo después podrás anudarte a mis muslos de terciopelo.


¡Haga Dios que lo inviten a casa!
Le haré probar la punta de mis labios rosas.


Ven, amor mío, vamos al lecho juntos.
Mi dignidad de mujer es estar en tus brazos.


¿No hay un solo loco en esta aldea?
Mi pantalón color de fuego arde sobre mis muslos.


Amor mío, ven a saciar al alazán de mi corazón
que ha roto todas sus bridas.


Entre tus brazos no me rompas.
Los capullos de mis senos tiemblan de tierno dolor.


Junto a las flores descansa mi amante
cubierto por el rocío de mis dulces besos.


El pequeño horrible no hace nada, ni el amor ni la guerra.
Por la noche con el vientre lleno sube a la cama y ronca hasta el alba.


Amor mío salta a mi lecho y no temas nada.
Si se rompe ahí está el pequeño horrible para repararlo.


Ven, amado mío, ¡rápido, ven junto a mi!
El pequeño horrible dormita y puedes abrazarme.



Hay una excelente recopilación en "El suicidio y el canto" del poeta asesinado en Peshawar, Sayd Bahodín Majruh.

Fot: Igor Amelkovich

domingo, 25 de noviembre de 2007

Arrullo


Escribo demorándome en las palabras, como ante escaparates que no veo, y son medio-sentidos, casi-expresiones lo que me queda, como colores de tapicerías que no vi lo que eran, armonías exhibidas compuestas de no sé qué objetos. Escribo arrullándome, como una madre loca a un hijo muerto.

Fernando Pessoa
Libro del desasosiego de Bernardo Soares

Fot. Jan Saudek
Sarah

sábado, 24 de noviembre de 2007

Invocación



Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma…
(...)
Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.

Luis Cernuda
Invocaciones
Soliloquio del Farero


jueves, 22 de noviembre de 2007

Parcialmente descriptivo





Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope Félix de Vega y Carpio

Fot: Robert Stivers


miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sombra



Ha venido tu lengua; está en mi boca
como una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,
amor mío, la sombra.

Antonio Gamoneda

martes, 20 de noviembre de 2007

Visita


Viniste a visitarme en sueños
pero el vacío que dejaste 
cuando te fuiste
fue realidad.

Ernesto Cardenal
Epigramas
Ed. Trotta, 2001

Ilustración: Katsushika Hokusai
El sueño de la esposa del pescador, 1814

lunes, 19 de noviembre de 2007

Pecato di cardinale y bocata minuta



(...) en eso pensaba mientras veía la tele y la comida hacía su efecto adormecedor en mi estómago. A punto estaba de rendirme a la siesta cuando el tema del programa cambió y a mis oídos llegó esta frase que pronunciaba una bella señorita: "Es que los periodistas me han colgado el san Bernardo de que yo antes era puta". Y pensé que hay jóvenes aún más desgraciadas de lo que yo fui, porque eso de que te tomen por puta y encima te cuelguen un san Bernardo debe de ser la pesadilla que se muerde la cola.

Elvira Lindo

Fot. Betty Lindley, 1914

sábado, 17 de noviembre de 2007

El cuerpo inasible.



Un día sucede que nadie nos ve. Aunque obscenos e indecentes, el cuerpo se vuelve fantasmal y andamos perdidos, divagando por el mundo, como una caricia no sentida. Hay miradas ausentes, hay días en que asimos sólo el aire. Días donde no existimos. Sin sensibilidad, en el infinito vacío de la existencia, de nuestro cuerpo sólo queda el revestimiento, la piel y no somos sólo eso. Te he buscado en todas partes y muchos cuerpos, cada vez me doy más cuenta que el amor está más allá de la carne. Ella tiene razón. No es el sexo, no es ahora la conjunción de dos organismos que copulan. Felizmente no. Sé que lo sabes y sé que no estás. Para que atarme con palabras, si el cuerpo está ausente.

Poética de los cuerpos

viernes, 16 de noviembre de 2007

Entretenerla, no satisfacerla


Hacer depender. 
No hace el numen el que lo dora, sino el que lo adora.
El sagaz más quiere necesitados de sí que agradecidos. 
Es robarle a la esperanza cortés fiar del agradecimiento villano, que lo que aquella es memoriosa es éste olvidadizo. 
Más se saca de la dependencia que de la cortesía: vuelve luego las espaldas a la fuente el satisfecho, y la naranja exprimida cae del oro al lodo. Acabada la dependencia, acaba la correspondencia, y con ella la estimación. 
Sea lección, y de prima en experiencia, entretenerla, no satisfacerla, conservando siempre en necesidad de sí aun al coronado patrón; pero no se ha de llegar al exceso de callar para que yerre, ni hacer incurable el daño ajeno por el provecho propio.

Baltasar Gracián
Oráculo manual y arte de prudencia, 1647
Ed. Cátedra, 2005

Fot. Jan Saudek
Deep Devotion of Veronika, 1994

jueves, 15 de noviembre de 2007

La mano


La mano se extiende,
pero a mitad de camino
la detiene una imagen.
Y se marcha entonces con ella,
no para poseerla,
sino tan sólo para entrar en su juego.

La mano ha comenzado a enamorarse en el camino
y así la posesión y el don se le escapan.
La mano ha cambiado su destino
por un vuelo que no es el vuelo del pájaro,
sino un abandono a las mareas que no tienen costa
o a los desequilibrios de una sabiduría diferente.

La mano ha renunciado a su objeto
y ha adquirido el valor de su distracción.

La mano ha renunciado a salvarse.

Roberto Juarroz
Séptima Poesía Vertical, 38

Fot. Luca Villanova

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La isla de los muertos


Arnold Böcklin
La isla de los muertos, 1880


LA LENTA MÁQUINA DEL DESAMOR...

La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor

Julio Cortázar


MANUAL PARA SALVAR EL ODIO

Cuando ella o él te dejen, no perdones,
niégate a comprenderlo.
Cultiva bien tu odio, nunca seas
generoso en palabras o en olvido.

Cuando ella o él te dejen, nunca digas
adiós, o qué vamos a hacerle.
Maldice cada letra de su nombre.
Y júrale odio eterno mirándole a los ojos.

Cuando ella o él te dejen, nunca creas
ni justificaciones ni promesas
y busca las palabras más hirientes
el insulto más infame que conozcas.

Cuando ella o él te dejen, nunca juegues
a ser Rick perdido en Casablanca.
Provoca llanto, dolor, remordimientos
y que el adiós te corte igual que una cuchilla.

Porque cuando ella o él te dejan, habrá alguien
tarde o temprano esperando en otra esquina
y volverán a gozar en otros brazos
y dirán "te amo". Y "ven, dámelo todo".

Y olvidarán. ¿Para qué, entonces,
mentir? Que ella o él se lleven
-aunque dure bien poco- nuestro odio
igual que una bandera. Para siempre.

Rodolfo Serrano, contraversión de "Advertencia" de Felipe Benítez Reyes

martes, 13 de noviembre de 2007

Un papelito


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Julio Cortázar
Bolero

Pint: René Magritte,
La reproduction interdite, 1937
 Museum Boijmans Van Beuningen in Rotterdam


lunes, 12 de noviembre de 2007

Fruto prohibido



Los besos caen en tu cuerpo, como los frutos en el huerto del deseo. Me gusta verte, como cuando la mañana se desvanece y se tiende en la desnudez del cielo. Eres tan sensual cuando mansamente me tomas en tu boca. Como no frotar mi alma y su piel con la tuya, como no perderme entre tus piernas y ruborizarme de deseos. Tu piel apropiada para el sexo que te busca, leyendo interminablemente de tu lengua las caricias. Escondiéndose y descubriéndose en cada roce que quisieran tatuar en tu alma esta sensación de sentirme vivo y ardiente. Me gustas pues sabes que me agitas y sofocas, me envuelves en tu lengua, me arrancas dulcemente estas palabras. Anhelo estar en ti, mientras me robas el aliento, me atrapas en tus muslos y me comes en tu vientre sintiéndome temblar, temblar de ti…

Poética de los cuerpos.


domingo, 11 de noviembre de 2007

Esperar



Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
-así en la costa un barco- sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.

Antonio Machado

Pint: Edward Hopper 
Habitación de hotel, 1931
Colección Thyssen-Bornemisza

sábado, 10 de noviembre de 2007

Palabras


Las palabras chillan, atoradas en mi garganta, no alcanzo a pronunciar sonido. Trato de darles vuelta, las azoto, les doy azúcar en la boca, las llamo putas, las cojo del rabo, las seco, las capo, las piso, las tuerzo, desplumo, destripo, arrastro, trago. Anda, putilla del rubor helado, anda, ven, vámonos al diablo.

Margo Glantz
Palabras

Fot. Melissa Shook, 1972/73