lunes, 30 de septiembre de 2019

Silencio


Llevo un equipaje de silencio. Me he rodeado de un silencio tan hondo y duradero que nunca acierto a abrirme con las palabras. Cuando hablo, solamente me cierro de otra manera.

Herta Muller
Todo lo que tengo lo llevo conmigo

Fot: bagnostian

domingo, 29 de septiembre de 2019

Tentaciones e indulgencias.


Empecemos diciéndonos para nuestro fuero interno, y convenciéndonos bien, que no tenemos nada que hacer en este mundo, sino procurarnos sensaciones y sentimientos agradables. Los moralistas que dicen a los hombres: reprimid vuestras pasiones y domeñad vuestros deseos si queréis ser felices, no conocen el camino de la felicidad. Sólo somos felices gracias a las inclinaciones y a las pasiones satisfechas; digo inclinaciones porque no siempre somos lo bastante felices como para tener pasiones, y a falta de pasiones, bien está contentarse con las inclinaciones. Pasiones tendríamos que pedirle a Dios si nos atreviéramos a pedirle alguna cosa, y Le Nôtre tenía mucha razón al pedirle al Papa tentaciones en lugar de indulgencias.

Madame Du Châtelet

martes, 24 de septiembre de 2019

En el arrebol de la tarde



En el arrebol de la tarde 
duermen los nombres:
a uno
despierta tu noche
y lo lleva, tanteando con blancos bastones
hacia la pared sur del corazón,
bajo los pinos:
uno, de estatura humana,
camina a la ciudad de los alfareros
donde la lluvia entra como amiga
de una hora marina.
En el azul,
pronuncia una palabra
que da sombra de árbol fuerte,
y sus sílabas se añaden
al nombre de tu amor.

“En el arrebol de la tarde”
de Paul Celan

Fot. Albarran Cabrera
The Mouth of Krishna
Mediterranean Sea, 2019, #850 
Pigments and mica on gampi paper.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Barcelona


BARNANIT

Creo que por amarte
voy a amar tu geografía
-“una fea ciudad fabril”
la llamó su poeta, Joan Maragall-
la avenida que la atraviesa diagonalmente
como un río inacabable
las fachadas de los edificios llenos de humo
bajo los cuales
-palimpsestos-
se descubren dibujos antiguos
inscripciones romanas.

Creo que por amarte
voy a aprender la lengua nueva
esta lengua arcaica
donde otoño es femenino
-la tardor-
y el viento helado
tramonta la montaña.

Creo que por amarte
voy a balbucear los nombres
de tus antepasados
y cambiar un océano nervioso
y agitado –el Atlántico-
por un mar tan sereno
que parece muerto.

Creo que por amarte
intercambiaremos sílabas y palabras
como los fetiches de una religión
como las claves de un código secreto
y, feliz, por primera vez en la ciudad extraña
me dejaré guiar por sus pasajes
por sus arcos y volutas
como la viajera por la selva
en el medio del camino de nuestra vida.
Las ciudades sólo se conocen por amor
y las lenguas son todas amadas.

Cristina Peri Rossi

Fot. Barcelona desde La Arrabassada

Fiera



Fiera de amor, 
yo sufro hambre de corazones 
de palomos, de buitres, 
de corzos o leones.

Delmira Agustini

Fot. Lis Beth Facebook

Yo también


- ¿No podrías darme una idea de cómo conseguiste empezar una relación con ella?...- prosiguió Colin.
- Bueno... - dijo Chick -, yo le pregunté si le gustaba Jean-Sol Partre, y ella me contestó que coleccionaba sus obras... Entonces yo le dije "Yo también", y cada vez que yo le decía algo ella contestaba "Yo también", y viceversa... Entonces, al final, para hacer un experimento existencialista, le dije: "Te quiero mucho", y ella exclamó: "¡Oh!".
- El experimento falló - dijo Colin.
- Sí - dijo Chick -. Pero de todas formas no se marchó. Entonces le dije: "Yo voy por aquí". Ella dijo: "Yo no", y añadió: "Yo voy por aquí".
- Extraordinario - dijo Colin.
- Bueno, entonces le dije: "Yo también". Y me fui con ella a todas partes...

Boris Vian
La espuma de los días

Fot. Virginiaz

Fuente: Lis Beth Facebook

La lentitud



¿Por qué habrá desaparecido el placer de la lentitud?... Cada nueva posibilidad de la existencia, incluso la menos probable, transforma la existencia entera… Asciende por sus hipérboles como quien sube los peldaños de una escalinata que conduce al cielo… Está levantada… habla calmada, pausadamente, en voz baja, sibilante. Y luego empieza a desnudarse. Es la primera vez que se desnuda delante de él con tal ausencia de pudor, con tan declarada indiferencia… Ese cuerpo que solía entregarse con sencillez y rápidamente, se yergue ante él como estatua griega en un pedestal de cien metros de altura. Está loco de deseo y es un deseo extraño que no se manifiesta sensualmente, sino que llena su cabeza y sólo su cabeza, deseo como fascinación cerebral, idea fija, locura mística, la certeza de que ese cuerpo, y ningún otro, está destinado a colmar su vida, toda su vida. Ella siente con fascinación esa devoción, se le pega a la piel y una oleada de frialdad le sube a la cabeza. Ella misma se sorprende, jamás había conocido semejante oleada… porque esa frialdad es en realidad una pasión.

Mila Kundera
La Lentitud

Fot. Lewis Sayre

Fuente: Marisa López Facebook

jueves, 19 de septiembre de 2019

Lapidación


Quien se arranca el corazón
del pecho hacia la noche
y lo lanza hacia lo alto,
ése no yerra el blanco,
ése lapida la piedra.

Paul Celan
Amapola y Memoria

Fot. Tunguska.RdM

jueves, 12 de septiembre de 2019

Planes



Pensé que encontraría trabajo en una gasolinera poniendo a los coches aceite y gasolina. Pero la verdad es que no me importaba qué clase de trabajo fuera con tal de que nadie me conociera y yo no conociera a nadie. Lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Si querían decirme algo, tendrían que escribirlo en un papelito y enseñármelo. Al final se hartarían y ya no tendría que hablar el resto de mi vida. Pensarían que era un pobre hombre y me dejarían en paz. Yo les llenaría los depósitos de gasolina, ellos me pagarían, y con el dinero me construiría una cabaña en algún sitio y pasaría allí el resto de mi vida. La levantaría cerca del bosque, pero no entre los árboles, porque quería ver el sol todo el tiempo. Me haría la comida, y luego, si me daba la gana de casarme, conocería a una chica guapísima que sería también sordomuda y nos casaríamos. Vendría a vivir a la cabaña conmigo y si quería decirme algo tendría que escribirlo como todo el mundo. Si llegábamos a tener hijos, los esconderíamos en alguna parte. Compraríamos un montón de libros y les enseñaríamos a leer y escribir nosotros solos.

J. D. Salinger
El guardián entre el centeno
Ed. Alianza, 2010
Trad. Carmen Criado

Fot. Takahiro Hara

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Una salida


Quién no habrá soñado en esas noches
de turbia soledad, bajo el hechizo
terrible de la luna indiferente,
como en aquella noche de verano
lo soñé yo, con empañados ojos,
en un cuarto sin luz, lleno de libros,
pidiendo a un Dios ausente lo imposible:
una puerta al regreso, una salida.


Fot. Josef Koudelka
Greece, 1982

martes, 3 de septiembre de 2019

Quemándolo todo


No siempre
el olvido
esta en manos
del deseo.

No siempre
el recuerdo
es cuestión de
voluntad.

A veces, una chispa
salta y todo vuelve
sin quererlo.

Caminando juntos
pasado y presente
de la mano.

Quemándolo todo
a su paso.

Sin que sea mía


243

Carta para no enviar

La eximo de comparecer en mi idea de sí.
Su vida (…)
Esto no es mi amor; es solo su vida.
La amo como al poniente o al claro de luna, con el deseo de que el momento permanezca, pero sin que sea mía en él más que la sensación.

Ed. Seix Barral, 2010
Edición y traducción de Ángel Crespo