viernes, 23 de enero de 2015

Ambigüedad

Desde hace días tengo metida en la cabeza la canción de la campaña publicitaria de las rebajas de El Corte Inglés: Te lo mereces, y lo sabes. 
Todo un canto a la ambigüedad porque según quién sea a quién se refiera puede significar cosas muy distintas...


domingo, 18 de enero de 2015

Mirar un cuadro (o dos).

Sin llegar a la absoluta exageración de Hieronymus Bosch y su Jardín de las delicicias (u otros), no está mal contemplar en detalle este Paisaje de invierno con patinadores, de Hendrick Avercamp.


Puede verse en detalle en la página del Rijksmuseum

Aunque todavía me ha fascinado más otro cuadro, de Goya, conocido como "El perro semihundido" o, sencillamente, "El perro"


Goya nunca me gustó, hasta que empezó a gustarme.
¿Tenía Sísifo un perro?

jueves, 8 de enero de 2015

Mi regalo de Reyes

Hoy me han hecho un regalo.
He ido a cambiar un libro que había regalado para Reyes a mi sobrinonieto (suena fatal) Bernat y que resulta que ya lo tenía y, ya que estaba en la librería que, por cierto, me encanta, he decidido hacerme un auto regalo, el último de mi adorado Javier Marías. La verdad es que leo mejor en tablet que en papel, por tema de tamaño de letra, pero este lo quería tener en papel.
El regalo ha venido cuando la librera me ha dicho que tenía un ejemplar firmado por el autor y que si lo deseaba me lo daba. Me ha hecho muchísima ilusión y así se lo he dicho. Y nada... me he puesto contentito.


miércoles, 7 de enero de 2015

Bilingüismo

A veces pienso en catalán y otras veces en castellano. El idioma en el que pienso viene determinado en primer lugar por la persona (si la hay) en la que pienso. Pero lo curioso es cuando hablo conmigo mismo. Me he dado cuenta de que me juzgo y evalúo en castellano. También me analizo en castellano. Pero la conclusión final suele ser en catalán.

Puntos suspensivos. Que suelen ser tres.

Se acabó la temporada navideña y empiezan las rebajas. Hace frío y no me gusta nada el frío. Inhóspito, desagradable. Me gusta más el calor(sito). El frío es triste. No lo asocio con nada bueno.

En lo que llevamos de día he hecho siete cosas bien y una mal. Y la que he hecho mal, me he dado cuenta rápido y he rectificado. Estoy bastante contento por ello.

lunes, 5 de enero de 2015

La importancia del ángulo

Algo sobre lo que estoy trabajando y que me parece de una trascendencia importante es lo referido a la identificación de mi objetivo cuando trabajo. ¿Para qué trabajo? Hasta hace muy poco tiempo pensaba que era para obtener un resultado, unos beneficios. Ahora he cambiado completamente de objetivo. Trabajo para seguir un plan. Todo mi esfuerzo y mi concentración ha de estar al servicio de esa idea. He de seguir el plan y hacerlo bien, no mirar más allá. Si lo consigo, los resultados vendrán solos.
La pregunta al final de la jornada, al hacer balance, no es "¿Cuánto he ganado/perdido?" sino "¿He hecho/no hecho todo lo que tenía que hacer/no hacer en el momento en que tenía que hacerlo/no hacerlo? Si la respuesta es afirmativa, ha sido un buen día, independientemente del resultado tangible. El resultado tangible es un subproducto de un hacer bien las cosas. Ah... no hay que ser en absoluto benevolente a la hora de contestarse a la pregunta, siempre se puede aprender de lo que se hace mal, o se debería. Dicen que inteligente es quien aprende de sus errores y sabio el que aprende de los errores de los demás.
Lo peor que te puede pasar es que te salga bien una cosa que haces mal. Es lo peor.

Me acuerdo de que en no sé qué hexagrama del I Ching se habla de que "quien al arar piensa en la cosecha, desventura" (cito de memoria)

En eso estoy.

Es complicado y difícil porque el ego lo llevamos dentro y el mio tiene muchas ganas de salir y exhibirse, y hacer de las suyas, pero bueno...

Ahora todo es muy trabajoso y consciente, pero con la práctica y la repetición van generándose automatismos. Aún estoy lejos y tengo que poner los cinco sentidos en cada detalle.

Y creo que este planteamiento es válido para otras facetas de la vida. Pero no siempre es fácil, o no siempre se dispone de todas las piezas necesarias para elaborar un plan. Aunque eso ya es harina de otro costal.

Hace días que vuelve a dolerme la espalda. Algún plan tendré que pensar para cuidar ese cuerpo que me acoge. 



domingo, 4 de enero de 2015

La pregunta del Alberto

Yo creo que sí y así lo he decidido.

Mirando a los mercados de cara al año que empezamos, creo que será entretenido.

Hay un mercado que seguro dará oportunidades, el del petróleo. Otro que puede darlas si se dan determinadas condiciones de inestabilidad, el del oro. Y respecto a los clásicos, bolsas y divisas, ya se irá viendo cómo van evolucionando. Ya se sabe que un mercado se puede comportar irracionalmente por mucho más tiempo que nosotros mantenernos solventes y en favor de la racionalidad.

Un apunte sobre el oro: El día que la gente empiece a darse cuenta de que el dinero que "tiene" es simplemente un apunte contable sobre una promesa incierta (el Banco Central Europeo "garantiza" que aquel trozo de papel vale 5, 10, 20, 50, 100, 200 o 500 euros). Normalmente ni siquiera se tiene el papel (por eso decía lo del apunte contable), pero es que... aunque se tenga... Todo el "dinero" en circulación en el mundo, en la divisa que sea, sólo es deuda. Deuda que garantizan "instituciones".
Y las "instituciones" hoy existen y mañana dejan de existir.

Bueno... pues el día que la gente, o algunos agentes del mercado, empiecen a poner énfasis en esta realidad, el precio del oro puede irse a las estrellas. 

Dejo unos cuantos gráficos a largo plazo (semanales, cubren los dos últimos años de cotizaciones)

Oro

Petróleo

Indice Dólar

La divisa china convertible

La bolsa americana

La bolsa británica

Bolsa japonesa

Bolsa española

sábado, 3 de enero de 2015

Sísifo

En la mitología griega, Sísifo (Σίσυφος) fue fundador y rey de Éfira (nombre antiguo de Corinto). Era hijo de Eolo y Enareta, y marido de Mérope. De acuerdo con algunas fuentes (posteriores), fue el padre de Odiseo con Anticlea, antes de que ésta se casase con su último marido, Laertes. Es conocido por su castigo: llevar una piedra hasta la cima de una montaña, y antes de llegar, la piedra volvía a rodar hacia abajo (repitiendo una y otra vez el frustrante proceso).

Fue promotor de la navegación y el comercio, pero también avaro y mentiroso. Recurrió a medios ilícitos, entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes, para incrementar su riqueza. Desde los tiempos de Homero, Sísifo tuvo fama de ser el más astuto y sabio de los hombres. Cuando Tánatos fue a buscarle, Sísifo le puso grilletes, por lo que nadie murió hasta que Ares vino, liberó a Tánatos, y puso a Sísifo bajo su custodia en el inframundo.

Pero Sísifo aún no había agotado todos sus recursos: antes de morir le dijo a su esposa que cuando él se marchase no ofreciera el sacrificio habitual a los muertos y ésta así lo hizo, así que en el infierno se quejó de que su esposa no estaba cumpliendo con sus deberes, y convenció a Hades para que le permitiese volver al mundo superior y así castigarla. Pero cuando estuvo de nuevo en Corinto, rehusó volver de forma alguna al inframundo, viviendo varios años más en la tierra hasta que fue devuelto a la fuerza por Hermes.

En el inframundo, Sísifo fue obligado a cumplir su castigo, que consistía en empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez. Así se cuenta en la Odisea. El motivo de este castigo no es mencionado por Homero, y resulta oscuro (algunos sugieren que es un castigo irónico de parte de Minos: Sísifo no quería morir y nunca morirá, pero a cambio de un alto precio, y no descansará en paz hasta pagarlo).

Fuente: Wikipedia

Sísifo, justo antes de tomarse un carajillo de Baileys.

No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía.

Arranque de "El mito de Sísifo" de Albert Camus.

jueves, 1 de enero de 2015

Conciertos de Año Nuevo

Mi padre está escuchando, por segunda vez, el concierto de esta mañana desde Viena. Yo lo he visto y escuchado esta mañana, con él a ratos, pero él iba y venía porque estaba preparando lionesas para el postre de la comida de hoy. Me ha gustado, pero es una música que no me llega como me llega la música antigua, que realmente me conmueve y me hace sentir cosas que sólo siento escuchando esa música.

Así que para desintoxicar un poco, me he escuchado el Oficio de Difuntos de Tomás Luis de Victoria, mientras leía el texto de lo que estaban cantando. Es muy tremendo todo.


I. Lectio: Taedet animam meam.

«Taedet animam meam vitae meae, 
dimittam adversum me eloquium meum, 
loquar in amaritudine animae meae. 
Dicam Deo: Noli me condemnare: 
indica mihi, cur me ita iudices. 
Numquid bonum tibi videtur, 
si calumnieris, et opprimas me, 
opus manuum tuarum, 
et consilium impiorum adiuves? 

Numquid oculi carnei tibi sunt: 
aut sicut videt homo, et tu vides? 
Numquid sicut dies hominis dies tui, 
aut anni tui sicut humana sunt tempora, 
ut quaeras iniquitatem meam, 
et peccatum meum scruteris? 
Et scias, quia nihil impium fecerim, 
cum sit nemo, qui de manu tua possit eruere.»

(Job 10:1-7)
«¡Estoy hastiado de mi vida!
Voy a dar curso libre a mis quejas,
a hablar con la amargura de mi alma.
Quiero decir a Dios: ¡No me condenes,
dame a entender por qué te querellas contra mí!
¿Es decoroso para ti
hacer violencia, desdeñar
la obra de tus manos
y complacerte en los consejos de los malvados?

¿Tienes tú acaso ojos de carne
y miras como mira el hombre?
¿Son tus días los de un mortal,
son tus años los de un hombre
para que tengas que inquirir mi culpa
y andar rebuscando mi pecado,
cuando sabes que no soy culpable
y nadie puede librarme de tus manos?»

(Job, 10:1-7)


II. Introitus: Requiem aeternam.

«Requiem aeternam dona eis Domine 
et lux perpetua luceat eis. 

Te decet hymnus Deus in Sion, 
et tibi reddetur votum in Jerusalem: 
exaudi orationem meam, 
ad te omnis caro veniet. 

Requiem aeterman dona eis Domine 
et lux perpetua luceat eis».

(4 Esdr. 2:34-35; Sal. 64(65):1-2)
«Dales, Señor, el descanso eterno, 
y brille ante sus ojos la luz perpetua. 

Te cantarán himnos, Dios, en Sión 
y se te ofrecerán votos en Jerusalén. 
Escucha mi oración, 
Tú a quien todos iremos. 

Dales, Señor, el descanso eterno, 
y brille ante sus ojos la luz perpetua».

(4 Esdr. 2:34-35; Sal. 64(65):1-2)

III. Kyrie. 
El texto desaparece de pronto, pero lo dejo.
«Kyrie eleison
Christe eleison
Kyrie eleison»
«Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad»


IV. Graduale: Requiem aeternam.

Requiem aeternam dona eis Domine 
et lux perpetua luceat eis. 

In memoria aeterna erit justus: 
ab auditione mala non timebit.

(4 Esdr. 2:34-35; Sal. 110(111):7)
Dales, Señor, el descanso eterno,
y brille ante sus ojos la luz perpetua.

El justo será recordado eternamente,
no temerá las malas nuevas.

(4 Esdr. 2:34-35; Sal. 110(111):7)

V. Offertorium: Domine Jesu Christe.

Domine Jesu Christe, Rex gloriae, 
libera animas omnium fidelium defunctorum 
de poenis inferni, et de profundo lacu: 
libera eas de ore leonis, 
ne absorbeat eas tartarus, 
ne cadant in obscurum: 
sed signifer sanctus Michael 
repraesentet eas in lucem sanctam. 
Quam olim Abrahae promisisti, 
et semini eius.
Señor Jesucristo, Rey de la Gloria, 
libera a las almas de los fieles difuntos
de las penas del infierno y del abismo profundo.
Sálvalas de las garras del león
para que no sean devoradas por el averno
ni caigan en las tinieblas.
Que San Miguel las conduzca
a la santa luz,
como prometiste a Abraham
y a su descendencia.

VI. Sanctus & Benedictus.

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dominus, 
Dominus Deus Sabaoth. 
Pleni sunt coeli et terra 
gloria tua. 
Hosanna in excelsis. 

Benedictus qui venit in nomine Domini 
Hosanna in excelsis.
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Señor Dios de los ejércitos.
Llenos están los cielos y la tierra
de tu gloria.
Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor
Hosanna en el cielo.

VII. Agnus Dei.
Agnus Dei 
qui tollis peccata mundi, 
dona eis requiem. 

Agnus Dei 
qui tollis peccata mundi, 
Dona eis requiem sempiternam.
Cordero de Dios, 
que quitas el pecado del mundo, 
dales el descanso. 

Cordero de Dios, 
que quitas el pecado del mundo, 
dales el descanso eterno.

VIII. Communio: Lux æterna - Requiem æternam.

Lux aeterna luceat eis, Domine . 
Cum sanctis tuis in aeternum, 
quia pius es.

Requiem aeterman dona eis Domine 
et lux perpetua luceat eis 
cum sancti tuis in aeternum, 
quia pius es.

Requiescant in pace. Amen.
Brille la luz perpetua ante ellos,
junto a los Santos y para toda la eternidad,
por tu misericordia.

Dales, Señor, el descanso eterno,
y brille ante sus ojos la luz perpetua
junto a los Santos y para toda la eternidad,
por tu misericordia.

Desncansen en paz. Amen

IX. Motet: Versa est in luctum.

«Versa est in luctum cithara mea, 
et organum meum in vocem flentium. 
Parce mihi, Domine, 
nihil enim sunt dies mei».
(Job 30:31; 7:16)
«Mi arpa se ha transformado en luto
y mi órgano en la voz de los que lloran.
Perdóname, Señor,
porque mis días no son nada».
(Job 30:31; 7:16)

X. Responsorium: Libera me.

«Libera me, Domine, de morte aeterna, 
in die illa tremenda: 
Quando caeli movendi sunt et terra, 
dum veneris iudicare saeculum per ignem.

Tremens factus sum ego, et timeo, 
dum discussio venerit, atque ventura ira. 
Quando caeli movendi sunt et terra.

Dies illa, dies irae, calamitatis et miseriae, 
dies magna et amara valde. 
Dum veneris iudicare saeculum per ignem.

Requiem aeternam dona eis, Domine, 
et lux perpetua luceat eis.

Libera me, Domine, de morte aeterna, 
in die illa tremenda: 
Quando caeli movendi sunt et terra. 
Dum veneris iudicare saeculum per ignem.

Kyrie eleison. 
Christe eleison. 
Kyrie eleison».
«Líbrame, Señor, de la muerte eterna,
en aquel tremendo día.
Cuando temblarán los cielos y la tierra.
Cuando vienes a juzgar al mundo con el fuego.

Temblando estoy y temo,
mientras llega el juicio y la ira venidera.
Cuando temblarán los cielos y la tierra.

Día aquel, día de ira, de calamidad y miseria,
día grande y amargo.
Cuando vienes a juzgar al mundo con el fuego.

Dales, Señor, el descanso eterno,
y brille ante sus ojos la luz perpetua.

Líbrame, Señor, de la muerte eterna,
en aquel tremendo día.
Cuando temblarán los cielos y la tierra.
Cuando vienes a juzgar al mundo con el fuego.

Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad».
Amén.