Helada mensajera de la noche,
has retornado límpida
a los balcones de las casas destruidas
para iluminar tumbas desconocidas
y restos abandonados de la tierra humeante.
Aquí descansa nuestro sueño.
Y te diriges, solitaria, hacia el norte,
donde las cosas corren
sin luz hacia la muerte;
y tú resistes.
Elegía
Versión Juan Manuel Montefogo