miércoles, 28 de febrero de 2018

También yo, alguna vez


También yo, alguna vez, he sentido la necesidad de agradecer una mera presencia, un gesto, un silencio. O saber que una puede empezar a hablar, decir algo que no diría a nadie, y que de pronto es tan fácil.
-Como ofrecer una flor -dijo Paula, y apoyó apenas la mano en el brazo de Claudia-. Pero no soy de fiar -agregó retirando la mano-. Soy capaz de maldades infinitas, incurablemente perversa conmigo misma y con los demás. El pobre Raúl me aguanta hasta un punto… No puede imaginarse lo bueno y comprensivo que es, quizá porque yo no existo realmente para él; quiero decir que sólo existo en el plano de los sentimientos intelectuales, por decir así. Si por un improbable azar un día nos acostáramos juntos, creo que empezaría a detestarme a la mañana siguiente. 

Julio Cortázar
Los premios
Ed. Cátedra, 2005

Fot. Kees Scherer
Heilsoldaten, From 24 uur Amsterdam, 1957