martes, 30 de enero de 2018

Conocimiento


Por medio del olfato, el gusto, el tacto, nos conocemos unos a otros, ponemos en ignición la mente del otro; los datos que nos trasmiten los olores del cuerpo después del orgasmo, el aliento, el sabor de la lengua, constituyen medios primitivos de conocimiento. En mi caso, se trataba de un ser perfectamente común, sin dotes excepcionales, pero en lo elemental, por así decirlo, extraordinario para mí: exhalaba los olores de las cosas buenas de la naturaleza, como el pan recién horneado, como el café tostado o el sándalo. (...) Paracelso dice que los pensamientos son actos. Y de todos los actos, supongo, el sexual es el más importante, pues es aquel en el que más se divulgan nuestros espíritus. Sin embargo, uno lo experimenta como una especie de paráfrasis de lo poético, de pensamiento que adopta la forma de un beso o un abrazo. El amor sexual es conocimiento tanto en su etimología como en el hecho en sí; ”la conoció“, dice la Biblia. El sexo es la unión o acoplamiento que ata los hilos de Ariadna del macho y de la hembra: la nube de lo desconocido.

Lawrence Durrell 
El cuarteto de Alejandría,  Clea
Ed. Edhasa, 2008
Trad. Matilde Horne