viernes, 1 de septiembre de 2017

Palabras


Él sabía palabras que nadie más sabía y se las murmuraba entre los cabellos, en los dos pabellones de carne rosada, como una respiración recóndita, casi inaudible, pero que dentro de ella crecía inmediatamente en trueno y estrépito de amor.

Gesualdo Bufalino
El hombre invadido
Ed. Anagrama, 1988
Trad. Joaquín Jordá

Fot. Robin Isely