sábado, 27 de diciembre de 2008

La casa donde no vive nadie



There's a house on my block
That's abandoned and cold
Folks moved out of it a
Long time ago
And they took all their things
And they never came back
Looks like it's haunted
With the windows all cracked
And everyone call it
The house, the house where
Nobody lives

Once it held laughter
Once it held dreams
Did they throw it away
Did they know what it means
Did someone's heart break
Or did someone do somebody wrong?

Well the paint was all cracked
It was peeled off of the wood
Papers were stacked on the porch
Where I stood
And the weeds had grown up
Just as high as the door
There were birds in the chimney
And an old chest of drawers
Looks like no one will ever
Come back to the
House were nobody lives

Once it held laughter
Once it held dreams
Did they throw it away
Did they know what it means
Did someone's heart break
Or did someone do someone wrong?
So if you find someone
Someone to have, someone to hold
Don't trade it for silver
Don't trade it for gold
I have all of life's treasures
And they are fine and they are good
They remind me that houses
Are just made of wood
What makes a house grand
Ain't the roof or the doors
If there's love in a house
It's a palace for sure
Without love...
It ain't nothin but a house
A house where nobody lives
Without love it ain't nothin
But a house, a house where
Nobody lives.


Tom Waits
House Where Nobody Lives

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Seamos buenos



Catálogo de virtudes. Y algunos vicios.

Las más populares (virtudes) son las que se oponen a los llamados siete pecados capitales. 

La humildad, que se opone a la soberbia.
La generosidad, que se opone a la avaricia.
La castidad, que se opone a la lujuria.
La mansedumbre, que se opone a la ira.
La templanza, que se opone a la gula.
El amor fraterno, que se opone a la envidia.
Y la diligencia, que se opone a la pereza.

Hay más virtudes. Y pecados.

Así, por ejemplo, las llamadas Virtudes Teologales:
La fe, la esperanza y la caridad.

También las llamadas Virtudes Cardinales:
Templanza, prudencia, justicia y fortaleza.

También encontramos Dones. Así, por ejemplo, los siete del Espíritu Santo:
Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor a Dios.

El Espíritu Santo es un personaje fascinante. De él manan, por ejemplo, doce frutos:
La caridad, la alegría, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la mansedumbre, la humildad, la fidelidad, la modestia, la continencia y la castidad.

Si queremos ser buenos, obraremos con misericordia.
Las Obras de Misericordia pueden ser Corporales o Espirituales.

Las Obras Corporales de Misericordia son, como no, siete:
Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento (inciso: es importante no dar de comer al sediento y de beber al hambriento, está contraindicado), vestir al desnudo (a veces y según el contexto, desnudar al vestido), dar posada al peregrino, visitar a los enfermos, redimir al cautivo (a veces encerrar al libre) y enterrar a los muertos.

Las Obras Espirituales de Misericordia también son siete:
Corregir al que yerra, enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, perdonar las injurias y rogar a Dios por los vivos y los muertos.

Tenemos que ir con cuidado para no hacernos responsables de los pecados de los demás. Y somos responsables de los pecados de los demás cuando los hayamos causado, compartido o intencionado. ¿Cómo? Pues... por consejo, por mandato, por provocación, por consentimeinto, por alabanza, por ocultación, por complicidad, por silencio o por defensa de la maldad hecha. 

En fin... que ser bueno no es tan sencillo... 

Os deseo unas felices fiestas y blablabla.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Me gusta que me leas


A la luz de una ventana abierta, desde el interior, con la calidez de alfombras y cortinajes, sólo faltan unas zapatillas viejas.

Pint: Johannes Vermeer
Muchacha leyendo una carta al lado de una ventana


martes, 9 de diciembre de 2008

¿Buscando tesoros?



He vuelto a soñar con cajas... Pero esta vez no las ordenaba, las iba abriendo; encontraba cosas que me resultaban familiares, pero yo estaba buscando otra cosa... 

Fot: August Bradley