miércoles, 5 de diciembre de 2018

Tanto he soñado contigo


Tanto he soñado contigo que pierdes tu realidad. 
¿Habrá tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo 
y besar sobre esa boca 
el nacimiento de la voz que quiero? 

Tanto he soñado contigo, 
que mis brazos habituados a cruzarse 
sobre mi pecho, abrazan tu sombra, 
y tal vez ya no sepan adaptarse 
al contorno de tu cuerpo. 

Tanto he soñado contigo, 
que seguramente ya no podré despertar. 
Duermo de pie, 
con mi pobre cuerpo ofrecido 
a todas las apariencias 
de la vida y del amor,  y tú eres la única 
que cuenta ahora para mí. 

Más difícil me resultará tocar tu frente 
y tus labios, que los primeros labios 
y la primera frente que encuentre. 

Y frente a la existencia real 
de aquello que me obsesiona 
desde hace días y años 
seguramente me transformaré en sombra. 

Tanto he soñado contigo, 
tanto he hablado y caminado, que me tendí al lado 
de tu sombra y de tu fantasma, 
y, por lo tanto,
ya no me queda sino ser fantasma 
entre los fantasmas y cien veces más sombra 
que la sombra que siempre pasea alegremente
por el cuadrante luminoso de tu vida.


Fot. M. Creemers
Le pêcheur, 1930