miércoles, 1 de noviembre de 2017

Sueños de naufragio


I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo,
atravesar sin brújula la rosa de los vientos,
islas, golfos, penínsulas, diques de aguas embravecidas.
No es tarea fácil  -sí placentera-.
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas.

II
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube, huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste

III
Repasa muchas veces una extensión.
Encuentra el lago de los nenúfares.
Acaricia con tu ancla el centro del lirio.
Sumérgete, ahógate, distiéndete.
No te niegues el olor, la sal, el azúcar.
Los vientos profundos,
cúmulos nimbus de los pulmones,
niebla en el cerebro,
temblor de las piernas,
maremoto adormecido de los besos.

IV
Instálate en el humus sin miedo
al desgaste, sin prisa.
No quieras alcanzar la cima.
Retrasa la puerta del paraíso.
Acuna tu ángel caído,
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada.
Muerde la manzana.

V
Huele.
Duele.
Intercambia miradas, saliva impregnante.
Da vueltas, imprime sollozos, piel que se escurre.
Pie, hallazgo al final de la pierna.
Persíguelo, busca, secreto del paso, forma del talón,
arco del andar, bahías formando arqueado caminar.
Gústalos.

VI
Escucha, caracola del oído,
como gime la humedad.
Lóbulo que se acerca al labio, sonido de la respiración.
Poros que se alzan formando diminutas montañas.
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto.
Suave puente, nuca, desciende al mar, pecho.
Marea del corazón, susúrrale.
Encuentra la gruta del agua.

VII
Traspasa la tierra del fuego, la buena esperanza.
Navega loco en la juntura de los océanos.
Cruza las algas, ármate de corales, ulula, gime,
emerge con la rama de olivo,
llora socavando ternuras ocultas,
desnuda miradas de asombro,
despeña el sextante desde lo alto de la pestaña,
arquea las cejas, abre ventanas de la nariz.

VIII
Aspira, suspira.
Muérete un poco.
Dulce, lentamente, muérete.
Agoniza contra la pupila, extiende el goce.
Dobla el mástil, hincha las velas.
Navega, dobla hacia Venus,
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago.