martes, 21 de julio de 2015

La erótica del pecado

¿Puede haber algo más erótico que el ofrecimiento de una nuca? ¿Puede haber muestra de más confianza, a la vez que intimidad, de quien la ofrece a quien la ofrece?
Mi parte oscura diría que un beso puede ser un estilete.
Mi parte luminosa sólo recuerda tu olor.


El pecado de la fornicación es dividido por Casiano en tres tipos. El primero es la "conjunción de los dos sexos" (commixtio sexus utriusque) o fornicatio – en sentido restringido – ; el segundo es cometido sin tener contacto con la mujer (absque feminu tactu)(1), y esto es lo que llevó a Onán a la condenación, es la immunditia, y puede tener lugar tanto en el sueño (polución) como en la vigilia (masturbación); finalmente, el tercero es "concebido por el pensamiento y el espíritu": es la libido, que tiene lugar en los "pliegues del alma", sin que tenga lugar la "pasión corporal" (sine pasione corporis).

Michel Foucault
Historia de la Sexualidad

(1) Nótese que sólo los hombres podían pecar, puesto que para el señor Casiano, santo para más señas y Padre de la Iglesia, las mujeres no tenían alma.
La nota es mía.

Serse (Xerxes), HWV 40
Händel