Otra palabra

entropía.

(Del gr. ἐντροπία, vuelta, usado en varios sentidos figurados).

1. f. Fís. Magnitud termodinámica que mide la parte no utilizable de la energía contenida en un sistema.

2. f. Fís. Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden.

3. f. Inform. Medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo.

La derelitta, 1495

Palacio Pallavicini Rospigliosi, Roma

Sandro Botticelli

(...)

No te tapes la cara: nada puedes

hacer contra la faz del abandono

si ya pasó el umbral de tus retinas.

(...)

Aníbal Núñez

Palabras

Desde que me he enganchado al Apalabrados, se ha despertado una pasión que tenía un poco dormida: las palabras. De pronto he vuelto a tener ganas de inventar palabras, he vuelto a mirar diccionarios, me fijo más en cómo está escrito lo que leo y hasta parece que tenga algunitas ganas de escribir. Todo muy incipiente y, como siempre, temporal, pero bueno, ahí está.

Todo esto viene a cuento porque al leer una noticia me he quedado perchado con una palabra. A mi me parece preciosa, sugerente, evocadora. La palabra es persuasión.

Nos dice la Real Academia:

persuasión.

(Del lat. persuasĭo, -ōnis).

1. f. Acción y efecto de persuadir.

2. f. Aprehensión o juicio que se forma en virtud de un fundamento.

Y María Moliner, más exuberante:

persuasión.

(del lat. "persuasio, -onis"; "Adquirir, Tener, Estar en la, Llevar la persuasión al ánimo de") f. Estado del que *cree firmemente la cosa que se expresa: "Tiene la persuasión de que es la más guapa". Convencimiento. ("por") Acción de persuadir. Procedimiento para conseguir algo de una persona convenciéndola con razones: "Es preferible utilizar la persuasión. Hemos conseguido que lo haga por persuasión".

Así pues, en la persuasión hay racionalidad, argumento, fe... y también seducción, atracción...

Ay... a mí me encantaría ser persuasivo... Sí... sobre todo contigo.

Puede estar bien...

Supongo que el primer vislumbre del relato surgió cualquier día de la primavera de 2010, paseando acaso por la calle de Bravo Murillo de Madrid. Me imaginé el desenlace feliz de una novela (un hombre que, tras muchos intentos fallidos, consigue al fin la dicha), y esa fue quizá la intuición inicial: una novela que empieza con un final feliz.

Luis Landero, en una entrevista acerca de su novela "Absolución"