sábado, 27 de septiembre de 2025

Tony Blair y Gaza


Viendo como Tony Blair se postula para llevar el tema de Gaza, hay que remontarse a como los miembros de la Sociedad Fabiana y los laboristas manejaron la India y Palestina en la década de 1940.


Jawaharlal Nehru, el primer Primer Ministro de la India, no fue solo un nacionalista indio surgido de la nada; fue preparado. Estudió en la London School of Economics, la institución creada por Sidney y Beatrice Webb como campo de entrenamiento fabiano. Allí, bajo la dirección de Harold Laski, presidente fabiano y mentor de Attlee, Nehru absorbió la creencia del "socialismo científico". Laski lo adoraba, se jactaba de él y lo alentó abiertamente a usar las ideas fabianas para forjar una nueva India. Cuando llegó la independencia, no fue casualidad que Nehru fuera el "elegido" para liderar. Fue la maquinaria fabiana la que afianzó a Nehru hasta el poder: un hombre al que habían entrenado, pulido y en quien habían confiado para implementar su visión de planificación centralizada, propiedad estatal y gobernanza "racional".


La misma red presidió la Partición. Attlee, el primer ministro fabiano, autorizó la división precipitada y brutal. Stafford Cripps, otro fabiano de la LSE, había sido enviado años antes a negociar con los líderes del Congreso y la Liga Musulmana, sentando las bases para la partición. Cyril Radcliffe, quien nunca había pisado la India, recibió un bolígrafo y seis semanas para trazar las fronteras: un ejercicio fabiano de pulcritud administrativa que ignoró el coste humano. El resultado: dos millones de muertos, quince millones de desplazados. Esto no fue un accidente.


Mientras tanto, en Palestina, Ernest Bevin, ministro de Asuntos Exteriores laborista, y Fabian, manejaron el Mandato con la misma frialdad. Reprimieron las revueltas árabes, detuvieron a inmigrantes judíos tras alambre de púas en Chipre e impulsaron el plan de partición "ordenado".


Que Blair ocupe este puesto no es sólo una idea que tuvieron la semana pasada. Sinceramente, no me sorprendería que toda la masacre del 10 de julio y la masacre de palestinos desde entonces no hubiera sido totalmente orquestada.


Basta con ver lo que hizo Blair para justificar la invasión de Irak. Todos sabemos las mentiras que dijo, el asesinato del Dr. Kelly, y luego vimos lo que hizo durante la pandemia.


Aunque los fabianos ODIAN el cristianismo, también sabemos que creen en él: nada daría más placer a estos fabianos satanistas que tomar el control total de la Tierra Santa.


A Juan se le dijo: «Levántate y mide el templo de Dios, el altar y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, porque ha sido entregado a los gentiles; y la ciudad santa será hollada por ellos durante cuarenta y dos meses» (Apocalipsis 11:1-2).


Luego vio cómo «tres espíritus inmundos, como ranas, salieron de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta. Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra y de todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso… y los reunió en el lugar llamado en hebreo Armagedón» (Apocalipsis 16:13-16).


De estos poderes está escrito: «Los diez cuernos que viste son diez reyes que aún no han recibido reino; pero recibirán autoridad como reyes por una hora junto con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes» (Apocalipsis 17:12-14).


Y al final de los mil años: «Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; su número es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y descendió fuego del cielo de Dios y los consumió» (Apocalipsis 20:7-9).