domingo, 14 de febrero de 2021

¿Y no sientes...




 ¿Y no sientes acaso tú también 
un dolor tormentoso sobre la piel del tiempo,⠀
como de cicatriz que vuelve a abrirse allí⠀
donde fue descuajado de raíz el cielo?⠀

¿Y no sientes a veces 
que aquella noche junta sus jirones 
en un ave agorera,⠀
que hay un batir de alas contra el techo,⠀
como un entrechocar de inmensas hojas 
de primavera en duelo⠀
o de palmas que llaman a morir?⠀

¿Y no sientes después 
que el expulsado llora,⠀
que es un rescoldo de ángel caído en el umbral,⠀
aventado de pronto igual que la mendiga 
por una ráfaga extranjera?⠀

¿Y no sientes conmigo 
que pasa sobre ti⠀
una casa que rueda hacia el abismo 
con un chocar de loza trizada por el rayo,⠀
con dos trajes vacíos 
que se abrazan para un viaje sin fin,⠀
con un chirriar de ejes 
que se quiebran de pronto 
como las rotas frases del amor?⠀

¿Y no sientes entonces 
que tu lecho se hunde 
como la nave de una catedral 
arrastrada por la caída de los cielos,⠀
y que un agua viscosa corre sobre tu cara 
hasta el juicio final?⠀
Es otra vez el légamo.⠀
De nuevo el corazón arrojado 
en el fondo del estanque,⠀
prisionero de nuevo entre las ondas 
con que se cierra un sueño.⠀
Tiéndete como yo 
en esta miserable eternidad de un día.⠀
Es inútil aullar.⠀
De esta agua no beben las bestias del olvido.⠀
Olga Orozco⠀
Los juegos peligrosos

Fot: s/d