No sé qué hay en la tarde, en la luz, en el alma,
no sé si fue esa música dolorosa y fantástica
o si es este silencio perfumado y oscuro
o esta luz de crepúsculo perfumada y callada.
Me faltan tantas cosas que me duelen las manos
que se alargan dolientes, pálidas y vacías.
Da hasta miedo seguir
si con tan pocos años pesa tanto la vida.
Nunca tan cerca de la vida. Nunca.
Nunca tan grande como hoy la muerte,
sobre todo, ante todo, al fin de todo,
y yo, sintiéndome ir trágicamente.
La tarde que se muere se agiganta.
Yo me siento perdida.
Da hasta miedo seguir
si con tan pocos años pesa tanto la vida.
Idea Vilariño, 1939
Ya no será
Ed. Poesía portátil
Fot: Andrea Kiss