domingo, 17 de mayo de 2020

La seguridad y el peligro

El nuevo mantra de los ayatollah de la salud pública es "la falsa sensación de seguridad".
Se refieren a esa sensación que nos puede invadir cuando salimos a la calle e incluso llegamos a cruzarnos con alguien y, sorprendidos, vemos que no pasa nada. Es más, al día siguiente, tampoco.



Nada dicen de la falsa sensación de peligro frente a una enfermedad que, si eres menor de 65 años, tienes menos probabilidades de morir por su causa que la media de "muertes accidentales" con la que convivimos cada día. Ya saben: hay tiestos en las terrazas que alguna vez caen justo en el momento en que pudiéramos estar debajo.

Sí, si tienes más de 65 años y tienes algunas patologías normales a esa edad, y mucho más si eres mayor de 80, preocúpate. Preocúpate de todos modos, añadiría.

Acerca del riesgo real que representa el COVID-19, una vez ya se tienen millones de casos para poder hacer un estudio estadístico con una muestra "suficiente" (como diría el entrañable Dr. Simón), David Spiegelhalter (estadístico especializado en la gestión de riesgos, profesor en Cambridge) ha publicado un interesante estudio: How much ‘normal’ risk does Covid represent? en la página del Winton Centre for Risk and Evidence Communication, University of Cambridge.

Da pena observar que los primeros en levantarse contra la política suicida del confinamiento y sus fases derivadas sean los Cayetanos y Cayetanas del barrio de Salamanca.

Mientras tanto, las colas para recoger bolsas con comida van creciendo y proliferando, la clase media de empleados y autónomos se va destruyendo y los jóvenes cada día tienen un porvenir laboral, con todo lo que ello implica en cuanto a realización personal y emancipación, más oscuro.

No olvidemos que esas colas, esa destrucción de clase media y ese oscuro porvenir se deben a la política de confinamiento y cierre de país que se ha seguido. Ya llegará el día en que tocará hacernos creer que ha sido por nuestro bien.

En las UCI están más anchos, eso sí.