domingo, 10 de mayo de 2020

Estudios

Mientras los expertos discuten hasta el infinito acerca de si para cambiar de fase de confinamiento hay que tener 1,5 o, por el contrario, 1,6 camas UCI disponibles para 10.000 habitantes, hay otros estudios que no se hacen y que, creo, serían clarificadores de cara a la etapa de vuelta a la actividad productiva, comercial, lúdica y todo lo demás.

Pasadas ya bastantes semanas de confinamiento, creo que sería muy práctico y útil un estudio que entiendo sería relativamente fácil de hacer.
Se trataría de estudiar al grupo "empleados de supermercado". Es un grupo amplio en número, variado en edad y que responde bastante fielmente al perfil de lo que sería la población activa, en general, de este país.
Este grupo de personas se ha pasado el confinamiento por el forro (no voluntariamente, todo hay que decirlo) y ha seguido llevando una actividad sustancialmente idéntica a la que llevaba antes de que esta plaga (¿mediática?) asolara este país. Y ha seguido haciendo sustancialmente lo mismo protegidos exclusivamente por unas sencillas medidas de seguridad (mascarillas y guantes) mientras seguían trabajando en lo que podría pensarse (según la propaganda oficial) que es uno de los peores escenarios posibles: un lugar interior con constante flujo de población en movimiento.
Pues bien... ¿Qué porcentaje ha contraído la enfermedad? ¿Qué características ha tenido la enfermedad en ellos? ¿Leve? ¿Moderada? ¿Grave? ¿Cuántos han fallecido? Y, por favor, que no se utilicen números absolutos, que son muy chillones, mejor porcentajes.
En el súper al que suelo ir, uno de tamaño medio, no he apreciado grandes cambios en el personal, las mismas personas de siempre en las cajas, las mismas caras conocidas de siempre y tampoco se han oído comentarios sobre si tal o cual había caído en combate. Tampoco es que me pase la vida en el súper, eso también es verdad. Por eso pienso que sería importante y revelador un estudio de esas características. 
No sé por qué, pero creo que a más de un experto y comunicador se le caería la cara de vergüenza después de haber sembrado el pánico de la manera que lo ha hecho.