martes, 19 de junio de 2018

En el balcón


Cuando amanece, la señora de rostro blanco se apoya en su balcón de malvones nunca abandonados y emplea el día mirando el paso de la gente a través de la calle o, quién sabe, el paso de la calle a través de la gente. El universo es aquello que cabe en su mirada. No sería posible reconocer esa calle si no fuera por la mujer de tez de luna inmutable. “Se está bien aquí ¿verdad?”, le digo una tarde de lunes, más o menos a las cinco. Con su voz bellamente agrietada, me responde: “Sí, se está bien afuera. Es que adentro hay demasiados recuerdos”. 

Carlos Skliar
Hablar con desconocidos
Ed. Cendaya, 2014

Fot. Louis Faurer
NY 1940s