No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos minan tan meticulosamente como el tiempo.
Emil Cioran
Ese maldito yo
Ed. Tusquets, 1987
Trad. Rafael Panizo
Fot. Robert And Shana ParkeHarrison