lunes, 19 de febrero de 2018

Las fantasías masculinas


Las fantasías masculinas, las fantasías masculinas... ¿es que todo gira en torno a las fantasías masculinas? En lo alto de un pedestal o hincada de rodillas, todo es una fantasía masculina: que eres bastante fuerte para aguantar lo que ellos te echen o demasiado débil para hacer nada al respecto. 
Incluso fingir que no atiendes a las fantasías masculinas es una fantasía masculina: pretender que eres invisible, pretender que tienes vida propia, que puedes lavarte los pies y peinar tu cabello inconsciente del observador omnipresente que mira a través del ojo de la cerradura, mirando a través del ojo de la cerradura en su propia cabeza. 
Eres una mujer con un hombre adentro mirando a una mujer. Eres tu propio voyeur. 
Las Zenias de este mundo han estudiado la situación y han encontrado la manera de sacarle provecho; no se han dejado moldear según las fantasías masculinas, lo han hecho ellas mismas.

Margaret Atwood
La novia ladrona
Ediciones B, 1996

Fot. Steven Meisel
Sherilyn Fenn para Dolce&Gabbana