Cuando la puerta se acuerda…
Cuando la mesa se acuerda…
Cuando la silla,
el armario, el aparador, la ventana…
se acuerdan…
Cuando se acuerdan intensamente
de sus raíces, de sus savias, de sus hojas,
de sus ramas, de todo lo que en ellos habitaba…
De los nidos y las canciones,
de las ardillas y los monos…
De la nieve y el viento…
¡Uff!,
un escalofrío recorre la casa
que vuelve a ser… ¡bosque!
Entonces tan sólo escucho
correr la fuente…
Y un fuego arde a mi alrededor
para calentar mi noche helada,
de viajero extraviado.
Cuando la puerta se acuerda
Fot. La fageda d'en Jordà
Fot. La fageda d'en Jordà