El artista no tenía miedo. Decía que si Dios existiera no podría ser tan cruel como para conceder la vida eterna a los hombres... Pero los burgueses sí que tenían miedo a morir, igual que a vivir. Por eso eran religiosos, parcos y virtuosos. Porque tenían miedo.
Sándor Márai
La mujer justa
Ed. Salamandra
Trad. Agnes Csomos
Fot. Brian Weil