jueves, 14 de septiembre de 2017

Un círculo que nadie cruza


He visto un árbol 
más alto que todos los demás,
colgaban de él 
frutos inalcanzables;
he visto una gran iglesia: 
sus puertas estaban abiertas
y todos salían de ella 
pálidos y fuertes
y dispuestos a morir;
he visto a una mujer 
sonriente y pintada:
jugaba a los dados de su dicha,
perdiéndola.
Había en torno a estas cosas
un círculo que nadie cruza.

Edith Södergran

Fot. Elliott Erwitt
Waves, Brighton, 1956