Es la ardiente ley de los hombres
De la uva hacen el vino
Del carbón hacen el fuego
De los besos hacen los hombres
Es la dura ley de los hombres
Quedar intactos a pesar
De las guerras y la miseria
A pesar de los peligros de muerte.
Es la dulce ley de los hombres
Transformar el agua en luz
El sueño en realidad
Y los enemigos en hermanos
Una ley antigua y nueva
Que se va perfeccionando
Desde el fondo del corazón infantil
Hasta la razón suprema.
Buena justicia
Fot. Paul Éluard
manuscrito circular de Bonne justice