martes, 9 de mayo de 2017

Sospecha


Cerró la puerta con llave. 
Miró hacia atrás con desconfianza
y se guardó la llave en el bolsillo. 
Le detuvieron en esa postura.
Le maltrataron durante meses. 
Hasta que una noche confesó
(y quedó demostrado) 
que la llave y la casa eran suyas. 
Pero nadie pudo entender
por qué había escondido su llave. 
De modo que
a pesar de habérsele declarado inocente, 
siguió siendo sospechoso para todos.