domingo, 13 de noviembre de 2016

Sea lo que sea


… como decía Virginia Woolf, “a la gente le gusta sentir, sea lo que sea”. Nada teme más el ser humano que la anestesia afectiva. Prefiere con frecuencia el infierno al limbo. Sólo hay que leer las cartas que Mariana Alcofarado, la monja portuguesa, escribe a su burlador:  “Ámame siempre y haz padecer más a tu pobre Mariana.” Si hay muchas relaciones de pareja que duran, cociéndose a fuego lento o vivo en este infiernillo emocional es, casi siempre, porque se han convertido en un hábito, han establecido profundas relaciones de apego. 
La adicción a una droga es terrible, pero el síndrome de abstinencia es peor.

José Antonio Marina
La inteligencia fracasada
Ed. Anagrama, 2004

Imagen: Edward Hopper
Room in New York, 1932, Óleo