martes, 24 de noviembre de 2015

La visita


Hoy me ha venido a visitar
la muerte en sueños.
Solo era una visita, 
me ha advertido,
aunque no sé
si uno debe fiarse
de lo que te diga la muerte.
Creo que sí.
¿Para qué va a engañarte?
Fue lo único que dijo.
Era una mujer,
nadie diría que fuera
quien decía que era.
Más bien alta,
pelo rojo, precioso,
llevaba una falda larga,
verde, blusa blanca,
sin mangas, sandalias planas.
Olía bien.
No podía ser de otra manera.
Me miraba y sonreía.
Despreocupada,
despreocupante.
Caminaba en círculo
alrededor mío.
Yo me iba girando
para tenerla siempre de cara.
De pronto me hizo un gesto,
cruzó los dedos,
inclinó hacia un lado la cabeza.
Y desapareció.
Lo peor de todo
es que me han quedado ganas
de que vuelva.

Pint. Balthus
La blusa blanca