lunes, 28 de septiembre de 2015

Inseguridad

jogoraz

No puedo protegerla, y ella dice: Sufro. O sea que mi cariño no sirve para nada. (…) Ahí están los días y las semanas que no la vi, las tardes que vagué sin motivo, las noches que me esperó a cenar y no vine, las veces que tuve ganas de abrazarla y me contuve. Ahora es tarde y no sirve inventar los recuerdos. No vale hacerse trampas. ¿Por qué me siento tan vacío, tan desposeído, tan incapaz de dar ánimo? (…) ¿se le habrá puesto entre ceja y ceja morirse así, de una sola vez? ¿Y yo? ¿Qué pasa conmigo? No tengo comentarios ni defensa, ni excusas, no tengo nada que decir. Ella en cambio dice: Sufro. Y su sufrimiento, porque me hiere, me da una horrible inseguridad.

Mario Benedetti, Gracias por el fuego.


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