miércoles, 3 de diciembre de 2014

Circunstancial

Los complementos circunstanciales son: de tiempo, modo, lugar, causa, finalidad, compañía, instrumento, material y cantidad.

Yo soy yo y mis circunstancias. Tú eres tú y tus circunstancias.

Cuando alguien acepta o quiere a alguien, pues, acepta y quiere (o debería) a ese alguien con sus circunstancias de tiempo, modo, lugar, causa, finalidad, compañía, instrumento, material o cantidad.

Yo, con la excusa de las circunstancias, he ido procrastinando desde hace veinte años. Se dice rápido. Veinte años. La condena más larga en la mayoría de sistemas penales.

Entiendo que se pierda, por mero agotamiento, la paciencia. Yo el primero. No hay tiempo que perder. Y yo ya lo he perdido todo. También el tiempo. El mío y el tuyo. Sigo en el punto de partida. A veces llego a media carrera, pero me entra el ¿vértigo? al pensar que voy a llegar y me las arreglo para volver a ese punto de partida, o unos metros por detrás. Una y otra vez. Me siento inútil, torpe, ineficaz, inexperto, inepto, incompetente, irresponsable, negado, bruto, incapaz, obtuso, lerdo, aturdido, nulo, inhábil, chapucero, tonto, desmañado, inoperante, tosco, inservible, inmaduro, holgazán, ocioso, zanguango, chambón, agarrotado, desastroso, obtuso... Sin remedio.

Y me las daba de listo. Impostor.