domingo, 25 de octubre de 2020

Coronavirus y tal




Nada mejor para desinformar que ahogar en información irrelevante.

Nos hablan de "contagios", miles y miles.
¿Por qué no de ingresos hospitalarios atribuibles directamente al covid-19? ¿No es más relevante?
Nos hablan de muertos (miles y miles) POR covid-19
¿Edad? En septiembre, la media de edad de muertos POR (dicen, en lugar de CON, que sería más correcto) era de 86 años. La media... A esa edad creo que el factor envejecimiento natural es más relevante que el covid-19, que puede actuar, eso sí, de desencadenante.



Llevo meses manteniendo la opinión de que el covid-19 es una enfermedad peligrosa para un segmento de edad muy concreto: los mayores de 70/75 años con enfermedades previas, muchas de ellas crónicas.
Es natural que a los jóvenes, a quienes la enfermedad, si la contraen, raramente les afecta, quieran vivir como si la enfermedad no existiera. Es natural, lógico y sano. Faltaría más que un joven de 18 años tuviera que mantener un estilo de vida de un anciano de 85.

Ahora están con los toques de queda.
Yo es que me parto...

Hasta las 6 no podemos estar con nadie que no sea conviviente. A las 7, en el metro, todos bien juntitos... ¿De verdad hay que tomar en serio una medida así?

Actualmente hablan de unos 200 muertos diarios POR (repito que debería decirse CON) covid-19.
En 2018, la media total diaria de fallecidos era de 1.171. Atribuibles a problemas circulatorios, 331. Atribuible a tumores, 310. A causas no naturales, 45 diarios (suicidios, autolesiones, caídas accidentales, ahogamientos accidentales y accidentes de tráfico, por ese orden) y nos quedan 485 que serían atribuibles al envejecimiento natural unido a una causa desencadenante: una infección urinaria, una gripe, una neumonía... Honestamente pienso que es a este último grupo donde habría que añadir a las personas que fallecen con covid-19.

El covid-19 no representa un riesgo para la salud de la mayoría de la población. O no más que el consumo de carne de cerdo o carne roja en general, la mantequilla, la leche entera, el pan o la sal. Y para la población en riesgo (recuerdo la media de edad de 86 años) la verdad es que cualquier achaque vale para servir de desencadenante.

¿Cuál será la próxima ocurrencia de los responsables sanitarios? ¿Clausura de mataderos, granjas avícolas, prohibición de venta de comida preparada? ¿Cuál es el objetivo que se persigue? ¿Vivir el máximo de tiempo a toda costa? ¿Será obligatorio seguir una dieta sana? ¿Nos sancionarán si un día nos pillan comiendo pan con mayonesa?

Con lo que se me ocurre comparar el covid-19 es con la contaminación. Sabemos que es mala, que no ayuda a tener mejor salud, la OMS le atribuye 10.000 muertes al año en España y 7.000.000 al año en el mundo, pero vivimos con ella, nos protegemos lo mejor que podemos y seguimos adelante. Si tenemos asma, bronquitis crónica o una enfermedad respiratoria, mejor que nos apartemos de los focos de contaminación ambiental, pero ahí seguirán, las fábricas seguirán emitiendo humo por las chimeneas. Porque si lo que queremos es cerrar la fábrica, que es el modelo que se sigue con el covid-19, vamos apañados.

Basta ya de medidas efectistas y nada efectivas.
Los gobiernos, todos, no solo el español, dan la triste impresión de dar palos de ciego. Hacen "cosas", que diría Rajoy, para que no se pueda decir que no hacen nada. Pero hacen cosas inútiles. O peor, contraproducentes. Y eso no contribuye a que crezca la confianza en ellos. Cada vez es menos y auguro que cada vez las medidas que tomen serán menos respetadas 

Y los expertos, por favor, cállense de una puta vez. Al menos hasta que no sepan realmente de lo que están hablando. Porque no ayuda lo más mínimo que un mismo experto hoy te diga una cosa y mañana la contraria, que un día hable de que las medidas tomadas están produciendo el efecto deseado y que al cabo de dos días hable de que la situación se descontrola.
Dejémonos de expertos de pacotilla y usemos el sentido común: ¿a quién mata el covid-19? A los mayores de 75 años con patologías previas. Esa es la realidad. Con las excepciones de rigor, que siempre las hay. Pero sobre esa verdad es sobre la que las autoridades deberían hacer su trabajo: gobernar para el bien común y no fijarse objetivos sencillamente irrealizables por imposibles. Ni se puede eliminar el factor covid-19 como desencadenante de la muerte de un cuerpo envejecido, ni podemos eliminar completamente la contaminación, ni podemos llegar a los 80 años con un cuerpo de 25.