domingo, 6 de septiembre de 2020

Covid-19


Hace ya medio año que escribí acerca de lo que me parecía una manera incorrecta de afrontar el problema del covid-19. Decía por aquel entonces que me parecía peor el remedio que la enfermedad.

Ha pasado ya suficiente tiempo como para poder comparar políticas radicalmente diferentes.

Dos estados: España y Suecia.

Un virus: Covid-19

Dos maneras de afrontarlo:



En el caso español, paralización del país, confinamiento absoluto, guantes sí, guantes no, mascarilla no, mascarilla sí, metro y medio entre personas, no, mejor metro setenta y cinco, fumar no, fumar sí, pero a distancia, mejor fumar no y ya está, grupos de 15 personas como máximo, no, mejor 10, bueno, dejémoslo en 12, no, no, 10, o mejor 8.... Paralelamente a un torrente de medidas a cual más severa y restrictiva, los supermercados siguieron abiertos y el metro siguió abierto...

En Suecia: se informó, a medida que se iban teniendo más datos, sobre la naturaleza, efectos y población de riesgo, se impusieron muy pocas medidas de obligado cumplimiento, ceñidas al entorno de las residencias de ancianos, y se aconsejó a la ciudadanía sobre cómo convivir con el virus, dejando en manos de los ciudadanos la decisión de si se reunían o no, si iban a cenar al restaurante o no, si salían de fin de semana o no, etc.

Cabría esperar que, después de 6 meses de políticas antagónicas, los resultados arrojaran luz sobre la mejor manera de enfrentarse al virus, o la restrictiva, o la laxa.

Veamos:







A simple vista puede verse que, sorprendentemente, el virus ha ido haciendo su trabajo independientemente de que se tomaran medidas restrictivas sin fin, o no se hiciera nada, o bien poco, salvo intentar atender a los que iban enfermando.

Salvo en el gráfico de "nuevos casos", en los que se aprecia una bajada pronunciada en el caso español entre los meses de abril y julio (pleno confinamiento), mientras en Suecia seguían creciendo los casos, los demás gráficos son prácticamente calcados. Hay que añadir que, una vez levantadas las medidas de confinamiento radical, esa diferencia se ha revertido, y actualmente son muchos más los nuevos casos españoles que suecos. Y es que el confinamiento no soluciona, aplaza. Y es evidente que no se puede estar confinado eternamente. Bueno... borro lo de evidente porque vete a saber...

Y, francamente, si los resultados han de ser los mismos, prefiero que me dejen en paz con la mascarilla, el metro y medio, las reuniones y todo lo demás.

Pero el daño ya está hecho. 

España: PIB segundo trimestre: -18.5%
Suecia : PIB segundo trimestre: - 8.6%

Y lo que queda... porque la economía española tardará mucho más tiempo que la sueca en volver a los niveles pre-covid.

Para volver a los niveles anteriores, una pérdida del 18% requiere una recuperación del 22%. Una pérdida del 8% requiere una recuperación del 10%... menos de la mitad.

No quiero ni pensar en la que se va a organizar cuando empiece a haber vacunas disponibles.

De momento Google, Samsung y Apple están invirtiendo grandes cantidades en nuevas divisiones que han creado alrededor del concepto "salud". El negocio es el negocio.