lunes, 28 de mayo de 2018

Monotonía, repetición y fastidio


COSAS MONÓTONAS QUE NO PRODUCEN FASTIDIO

La hilera de postes de luz cuando es vista desde la arrulladora irrealidad de una ventana de tren.

Presenciar, como un extranjero ante un idioma desconocido, la conversación de una pareja de sordomudos.

Barrer la calle.

Las llamas de una fogata, el mar, los granos que resbalan por la cintura del reloj de arena.

Los actos más triviales y repetitivos, cuando se les confiere la dedicación y esmero de una ceremonia.

Contemplar el trabajo de los demás, de los carpinteros o las taquimecanógrafas, por ejemplo.

La espera no decepcionada de la amante que llegará a tu alcoba.

Esa canción despechada, mil veces repetida en el tocadiscos, que fue compuesta para ese preciso momento de rencor.

La rebosante crónica de enfermedades imaginarias en una sobremesa de hipocondríacos.

Páginas y páginas de poemas rusos declamados por una voz femenina.

Ed. Sexto Piso, 2012