Soy una meditación que quema.
Dentro guardo una isla acuosa,
pájaros marinos y la luna llena a flote.
Alquilo un hogar a los cocodrilos del Nilo.
Mi meditación no es siempre agua azulada,
sino roja de deseo,
creciendo en sus ojos.
Alimento los cocodrilos con un sol deleitable
y los dejo dormir.
Vivo en una meditación que quema,
oyendo la isla acuosa golpeada de las olas;
callada,
silenciosamente.
Fot. Diane Arbus