miércoles, 28 de marzo de 2018

El libertino


Pues el libertino, en el primer sentido del término, designa al liberto que no pone nada por encima de su libertad. Nunca reconoce ninguna autoridad susceptible de guiarle, ni en el terreno de la religión, ni en el de las costumbres. Vive siempre según los principios de una moral autónoma lo menos apoyada posible en la dominante de la época y de la civilización en la que se mueve.

Ed. Pre-Textos, 2008
Trad, Ximo Brotons

Fot. Metropolis, 1927, Fritz Lang