A veces tiene el mundo
una indefinición que nos abruma.
Simplemente es un perro
que corre y se detiene
antes de haber llegado a ningún sitio,
o es alguien que se olvida del paraguas
y éste resiste anárquico y absurdo
la usanza del verano en una tienda;
Y todo es como un traje sin costuras
que no nos cubre apenas
el desamparo trágico del cuerpo.
A veces todo tiene
una indefinición que nos asusta
y nos lleva a buscar como refugio
la armonía fugaz de lo imposible.
Apología de la ficción
De: Igual que lava oscura
Ed, Renacimiento, 2008