Ah, mírate en el río
que se lleva tu imagen;
así se van las tardes
libres de ti, al olvido.
Inclinado, en el gesto
del que sacia la sed,
¿alguna vez veré
tu cara entre mis dedos?
preludios y sonetos
de "Salvo el crepúsculo"
Ed. Alfaguara, 2009
Fot. José Diniz
Frontera