sábado, 14 de octubre de 2017

Estaba escrito


Estaba escrito que nos encontraríamos una mañana de domingo en la única panadería a la que aún le quedarían croissants a las doce. Que nos miraríamos como si no fuera la primera vez y nos volveríamos a cruzar en un semáforo, ocho días después, cada uno en un sentido de la vida. Que alguien nos presentaría por fin en un concierto y no dejaríamos de hablar esa noche ni muchas más que seguirían, hasta que mis cosas estuvieran en tu casa o las tuyas en la mía. Estaba escrito que leeríamos en alto de madrugada las noches de viento y que seguiríamos yendo por separado a por croissants los domingos, para volvernos a mirar como desconocidos. Estaba escrito que tararearíamos la misma canción los lunes por la mañana y que guardaríamos una alegría secreta en el bolsillo de cada abrigo.
Estaba escrito, pero nunca nos leímos.

Ana Vidal Pérez de la Ossa

Gif. Louis Malle (dir.)
Le feu follet, 1963