viernes, 13 de octubre de 2017

El dolor


El dolor no te da nada, puede ser que al principio sí que te ayude a conocer algo más: comprobar que la caverna humana es aún más oscura de lo que crees, pero luego, a partir de un momento, te quita la piel, te deja desnudo. No hay purificación en el dolor, ni elevación, como nos predica la ascética. Ni siquiera en un animal te convierte el dolor. El perro salta, te da la pata, mueve la cola, si goza de salud; y se acurruca y gime cuando enferma. Digamos que el dolor te convierte en un animal sombrío, dañino. Te enturbia.

Rafael Chirbes
Crematorio
Anagrama, 2007

Pint. Joan Miró
Tríptico Línea negra sobre fondo blanco para la celda de un solitario, 1968
Panel Izquierdo (I)