lunes, 25 de septiembre de 2017

Las iglesias abandonadas


Mirarte como se miran
las iglesias abandonadas
y las exposiciones
de vagones antiguos.
Temerte como se teme a un vampiro
inmune al sol
o a los amantes que ya no nos aman,
ni nos esperan,
ni nos temen.
Quererte como al primer amor,
o al último.
Quererte siempre.
Para siempre
Y no quererte nunca.

Nuria Otero

Fot. Anna Mazur