sábado, 5 de agosto de 2017

Superposición


Cuando se establece una relación amorosa entre dos personas, el cuerpo se convierte en soporte físico, vehículo material de aproximación de cada una de ellas hacia la otra. El verdadero objeto del amor de cada parte es una imagen proyectada de la otra en la que a modo de mandala, a los rasgos puramente físicos, se añaden atributos de todo tipo que distinguen a su persona. Se trata de una imagen atemporal, como la que nos ofrecen los sueños, que se mantiene a sí misma por encima del fluir del tiempo. La atracción física, el deseo de besar, abrazar, compenetrarse, integrarse, responde al impulso de alcanzar, a través del cuerpo, esa imagen proyectada, de superponer la propia a la suya, de confundirlas, como se confunden dos sombras al superponerse.

Luis Goytisolo
Diario de 360º
Ed. Siruela, 2010