martes, 29 de agosto de 2017

Otoño


Las hojas de los cerezos eran de un rojo incandescente, herido, doloroso, pero a la vez bello, que reconciliaba y alegraba. Los prados y arboledas parecían a menudo envueltos en velos y paños mojados (…) Se olían los árboles al caminar bajo ellos, se oía caer la fruta madura sobre los prados y senderos. Todo parecía doble o triplemente silencioso.

Robert Walser 
El ayudante
Ed. Siruela, 2001
Trad. Juan José del Solar.