Porque a las derrotas y errores
les llamamos experiencia,
hoy me siento un experto vividor.
Todas las otrora pasiones y pulsiones
van desfilando sumisas en estas horas largas,
como una procesión de tigres vencidos
o una colección de trofeos rotos
preñados de un pesado sueño,
un vehemente deseo de inercia
y un exasperante anonadamiento.
El transcurrir del tiempo
solo encuentra justificación
en la lógica de los relojes.
Fot. Gilles Berquet