miércoles, 12 de abril de 2017

Un diente pequeño

A tu bebé le crece un diente,
después dos, y cuatro, y cinco,
después quiere la carne pegada al hueso.
Todo ha terminado:
aprenderá algunas palabras,
se enamorará de cretinos, bobalicones,
de un buscón con labia camino a la cárcel.
Y tú, tu esposa, viejos,
cubiertos de manchas y sin ilusiones. 
Hiciste, amaste, te duelen los pies.
Está atardeciendo.
Tu hija es alta.

Un diente pequeño