lunes, 13 de febrero de 2017

Sombras en el paraíso

Era algo en mi sangre. Yo apenas lo entendía, pero sabía que me llevaría a mi destrucción. Luché contra ello; traté de alejarme y, a veces, llegué a pensar que casi estaba sucediendo. Pero inevitablemente venía un recuerdo, un sueño, o, como ahora, una oportunidad para poner en marcha los engranajes del destino. Y ése fue el final de mis ilusiones. Entonces supe que no había escapatoria para mí.

Erich Maria Remarque, Sombras en el paraíso


Luke Howard - Oculus