Por la calle, jamás le dirijo la palabra: cambio un saludo con ella y nada más. Con seguridad, nuestros frecuentes encuentros le habrán llamado la atención; quizá ahora comienza a advertir la nueva estrella que ha aparecido en su horizonte y que gravita en la órbita de su vida con fuerza subversiva, pero no tiene la menor idea de las leyes del movimiento. (...) Antes de iniciar o preparar mi ataque, es preciso que tenga un perfecto conocimiento de su carácter.
Søren Kierkegaard Diario de un seductor
Ed. Alianza, 2008
Trad. Demetrio Gutiérrez Rivero
Fot. Rodney Smith