como un dios de las hambrunas
que ahora, hastiado, sestea,
te busco.
Como tarea,
como rutina,
como costumbre,
como respiro,
como latido.
Amando la serenidad
de esas horas a medias
detrás de los oscuros deseos
como una nube negra
pendiente de la tormenta
con el presagio
como única certeza.
con el presagio
como única certeza.
Fot. Alexei Siozov