viernes, 3 de julio de 2015

¿Fantasía o plan?


Hay pensamientos a los que es difícil atribuir una u otra condición.
Yo tengo uno de ellos. 
Me gustaría ser taxista.
No lo descarto, en absoluto, una vez alcanzado un primer objetivo que tengo entre manos.
Sería de los que van al aeropuerto, enfilan una cola, y esperan y esperan hasta que les corresponde montar pasaje.
Mientras, podría seguir dedicándome a lo que hago ahora. Con un buen portátil y conexión a internet tengo suficiente.
Y creo que sería un buen taxista. Desde luego, no daría conversación no requerida, sería amable, educado, servicial sin ser servil y llevaría un buen coche.