domingo, 5 de julio de 2015

Bucle



Al hilo de la última entrada musical, en mi caso, pocas músicas resisten entrar en bucle y repetirse una y otra vez sin provocarme una desagradable sensación de desasosiego, hartazgo o, simplemente, ganas de pasar página.
Este tema, en cambio, viene sonando desde hace horas y ahí sigue... cuando termina, su nuevo comienzo parece lo más natural del mundo.

Me ha acompañado leyendo la prensa. Se supone que debería estar preocupado por el resultado del referéndum griego, pero la verdad es que me resbala. El resultado, me refiero. Me preocupa y conmueve lo que ha llevado a convocarlo, eso sí.

Me ha seguido acompañando leyendo y rebuscando en textos que me emocionan escritos por dedos que desconozco y que sin embargo escriben con la familiaridad de quien te conoce del otro lado.

Ahí estaba mientras veía, horrorizado, unos vídeos de Estado Islámico. No entiendo esa barbarie. Es absurdo. Atenta a la raíz del ser humano.

También, cuando me he quedado, contemplativo, frente a fotografías e imágenes de flores, tallos, mundos grises llenos de vida, delicadeza y sensibilidad.

Te echo de menos y me faltas y deseo que estés bien y siento infinita ternura. Nada será nunca lo mismo, pero siempre habrá algo igual. La imagen del río, siempre distinto, siempre el mismo. Quiero aceptar y que no me duela el hecho de que aquella libélula azul turquesa que tanto nos gustó se haya ido. El río sigue aquí. Vendrá otra libélula, otra hoja bajará flotando, otras manos recogerán un poco de agua para refrescarse o calmar la sed. Siempre distinto. Siempre el mismo. Siempre, desde nunca.


Ruego disculpen la repetición del enlace, pero es que en este caso me parece inevitable:

Porumbescu: Ballad For Violin And Piano
Ion Voicu